IN MEMORIAN
Matilde Ráez, Ph.D
 Profesora Principal del Departamento de Psicología

Homenaje a la memoria de la doctora CECILIA  THORNE LEÓN

Con sentimientos de orgullo y de tristeza intento  trazar la imagen de una figura central  de la Psicología: la Dra. Cecilia Thorne León. Su carrera sobresaliente devino en una de las profesionales más brillantes del Perú y de Iberoamérica, tanto en Evaluación como en Psicología  Educacional, sus especialidades.

 

Cecilia nació en Lima, de una familia muy numerosa donde ella era la menor, la número 16. Desde ya muy pequeña aprendió a integrarse y a conciliar. También a ser líder.

 

Destaco su historia educacional universitaria. La inicia en la PUCP, creando así un vínculo desde la adolescencia con su universidad, vínculo que se va a mantener como un hilo conductor a través de toda su vida.  Al casarse viaja a Francia, continuando sus estudios en  La Sorbona en París, donde obtiene con honores el título. Sigue estudios de Maestría  con resultados  muy satisfactorios y finalmente lleva a cabo su doctorado en la Universidad Católica de Nimega (Holanda). Sabemos cómo las experiencias moldean a la personalidad y es nuestra hipótesis que del contacto y de la elaboración de  tan diversos  sistemas de pensamiento, costumbres y valores, se desprende la amplitud de su enfoque y la universalidad de su conocimiento. REPETIDO!

 

Dentro de los múltiples logros académicos y metas alcanzadas destacan los éxitos para establecer relaciones a nivel internacional con diferentes países e instituciones  en su afán de que Psicología Peruana se abra a la experiencia de colaboración y aprendizaje con otros medios científicos. Establece un nexo entre la PUCP y la Universidad de Nimega, Holanda, comenzando así un fructífero programa de cooperación a través del programa de Doctorado y  de  Maestría.. También es digno de resaltar su esfuerzo para poder establecer programas de colaboración con la Universidad de Lovaina, y Utrech en Holanda, también con la Complutense en España, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad de Harvard, entre otras.

 

El campo de la investigación es un área de interés recurrente y Cecilia es el mejor ejemplo para alumnos y profesores desde el inicio de sus estudios en Evaluación y en Psicología Educacional. Su persistencia, rigurosidad científica y empuje se plasman en sus excelentes trabajos de investigación y su calidad como docente. En su profundización con el tema de la lecto-escritura plasma su preocupación por el Perú, sobre todo por los más pobres. Su línea de investigación sobre el aprendizaje de la lectura y en general sobre el sistema educativo peruano la  convierte en una de las personas con mejor preparación en el país en esta área, donde fue consultora internacional del Banco Mundial en el campo de la educación en países como Venezuela y Haití, entre otros. Sus estudios han abierto un camino para superar diferencias y, sobre todo, como era su meta, para poder rescatar las capacidades residuales de los menos favorecidos. Ella enfatizaba siempre la necesidad de actualizar la calidad potencial de los niños y en su enfoque de evaluación lo señalaba como eje del proceso.

 

Su esfuerzo por optimizar la formación profesional de nuestros estudiantes se expresa en su capacidad para estimular a los jóvenes hacia el pensamiento científico, sus aportes a través de sus investigaciones y en su cátedra así como la habilidad para estar siempre alerta a los avances de la ciencia psicológica y  cómo incorporarlos en el plan de estudios.

 

Luchadora incansable, dirigió a un destacado grupo de profesionales para impulsar la creación del Colegio de Psicólogos del Perú, teniendo ella el carnet con el número uno.

 

Pero el impulso y la creatividad de Cecilia no se circunscribieron al Perú. Colaboró en forma especial con la Sociedad Interamericana de Psicología. Con su mentalidad abierta al conocimiento y a la relación con sus pares trabajó incansablemente para que la sociedad pudiera ser un crisol de integración de todos los países de la región. Su conocimiento de  idiomas, así como su simpatía, habilidad social y don de gentes la permitieron el logro de sus metas, resultando una muy exitosa representante  que contribuyó a estrechar lazos entre los distintos países y destacar dentro de los miembros de la comunidad científica internacional.

 

 

Gracias a su labor y entusiasmo organizó el Congreso Interamericano de Psicología en Lima, del cual fue presidenta. Fue un evento muy exitoso a nivel profesional, con gran participación de asistentes, a pesar de la severa crisis económica que se vivía en ese momento. La diversidad de temas y la calidad de expositores y participantes son una prueba de su éxito. Todos recuerdan aun la bellísima ceremonia de inauguración en el Museo de la Nación de Lima donde se dieron la mano la antigüedad y valores de nuestra cultura, con la espontaneidad y calidez de los vínculos entre  los miembros de la S.I.P.

 

También participó en todos los procesos de creación de la Sociedad Iberoamericana de Evaluación Psicológica y se constituye en uno de los miembros más motivados y colaboradores. También  estrechó vínculos con ADEIP, una asociación académica argentina de relevancia internacional centrada en el estudio y profundización de los distintos procesos de la Evaluación, uno de los temas centrales de su especialidad, y que es otra de las múltiples sociedades científicas que  participó

 

En todos los congresos nacionales e internacionales siempre destacó por la calidad científica de sus trabajos, su capacidad de liderazgo y comunicación y su calidad humana. Asimismo, recibió como reconocimiento a su valor profesional innumerables premios, destacando el  Premio Nacional de Psicología, Premio Nacional de Investigación y  la medalla Dinthillac, entre muchos otros

 

Hemos visto la consistencia y el coraje que la caracterizan en su lucha  contra la enfermedad por más de siete años. Se adaptó a las limitaciones físicas, era una experta en el uso del bastón, y enfrentó al dolor y a los padecimientos con coraje y a la vez optimismo. En esa época difícil continuó produciendo, escribiendo y llevando a cabo una variedad de investigaciones. Hace solo unos meses, a fines de mayo, tan cerca y ya tan lejos, la vimos, segura, espontánea y brillante, presentar un libro sobre violencia que ella editó en colaboración con la Universidad de Lovaina, con la habilidad y motivación que solo ella tenía.

 

No hablaré de su familia, el otro gran amor de su vida, solo señalo el profundo afecto por sus hijas, Lucho, su esposo, sus hermanos, sus sobrinos, los sobrinos nietos, la familia total y la ilusión por el nietecito en camino.

 

No existe despedida a las personas sobresalientes. Cecilia estará siempre con nosotros a través de las distintas generaciones identificadas con los valores de la verdad y el conocimiento, y luchando por el avance y el prestigio de la Psicología.   

En la S.I.P. deja un profundo vacío, junto al agradecimiento y el orgullo de haber compartido experiencias con una persona tan valiosa por su inteligencia, sensibilidad, consistencia y generosidad. Su alegría, su reconocida energía y su capacidad de compromiso y de entrega en lo que se proponía, será el modelo que intentaremos seguir.

Destaco su historia educacional universitaria. La inicia en la PUCP, creando así un vínculo desde la adolescencia con su universidad, vínculo que se va a mantener como un hilo conductor a través de toda su vida.  Al casarse viaja a Francia, continuando sus estudios en  La Sorbona en París, donde obtiene con honores el título. Sigue estudios de Maestría  con resultados  muy satisfactorios y finalmente lleva a cabo su doctorado en la Universidad Católica de Nimega (Holanda). Sabemos cómo las experiencias moldean a la personalidad y es nuestra hipótesis que del contacto y de la elaboración de  tan diversos  sistemas de pensamiento, costumbres y valores, se desprende la amplitud de su enfoque y la universalidad de su conocimiento. REPETIDO!

 

Dentro de los múltiples logros académicos y metas alcanzadas destacan los éxitos para establecer relaciones a nivel internacional con diferentes países e instituciones  en su afán de que Psicología Peruana se abra a la experiencia de colaboración y aprendizaje con otros medios científicos. Establece un nexo entre la PUCP y la Universidad de Nimega, Holanda, comenzando así un fructífero programa de cooperación a través del programa de Doctorado y  de  Maestría.. También es digno de resaltar su esfuerzo para poder establecer programas de colaboración con la Universidad de Lovaina, y Utrech en Holanda, también con la Complutense en España, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad de Harvard, entre otras.

 

El campo de la investigación es un área de interés recurrente y Cecilia es el mejor ejemplo para alumnos y profesores desde el inicio de sus estudios en Evaluación y en Psicología Educacional. Su persistencia, rigurosidad científica y empuje se plasman en sus excelentes trabajos de investigación y su calidad como docente. En su profundización con el tema de la lecto-escritura plasma su preocupación por el Perú, sobre todo por los más pobres. Su línea de investigación sobre el aprendizaje de la lectura y en general sobre el sistema educativo peruano la  convierte en una de las personas con mejor preparación en el país en esta área, donde fue consultora internacional del Banco Mundial en el campo de la educación en países como Venezuela y Haití, entre otros. Sus estudios han abierto un camino para superar diferencias y, sobre todo, como era su meta, para poder rescatar las capacidades residuales de los menos favorecidos. Ella enfatizaba siempre la necesidad de actualizar la calidad potencial de los niños y en su enfoque de evaluación lo señalaba como eje del proceso.

 

Su esfuerzo por optimizar la formación profesional de nuestros estudiantes se expresa en su capacidad para estimular a los jóvenes hacia el pensamiento científico, sus aportes a través de sus investigaciones y en su cátedra así como la habilidad para estar siempre alerta a los avances de la ciencia psicológica y  cómo incorporarlos en el plan de estudios.

 

Luchadora incansable, dirigió a un destacado grupo de profesionales para impulsar la creación del Colegio de Psicólogos del Perú, teniendo ella el carnet con el número uno.

 

Pero el impulso y la creatividad de Cecilia no se circunscribieron al Perú. Colaboró en forma especial con la Sociedad Interamericana de Psicología. Con su mentalidad abierta al conocimiento y a la relación con sus pares trabajó incansablemente para que la sociedad pudiera ser un crisol de integración de todos los países de la región. Su conocimiento de  idiomas, así como su simpatía, habilidad social y don de gentes la permitieron el logro de sus metas, resultando una muy exitosa representante  que contribuyó a estrechar lazos entre los distintos países y destacar dentro de los miembros de la comunidad científica internacional.

 

 

Gracias a su labor y entusiasmo organizó el Congreso Interamericano de Psicología en Lima, del cual fue presidenta. Fue un evento muy exitoso a nivel profesional, con gran participación de asistentes, a pesar de la severa crisis económica que se vivía en ese momento. La diversidad de temas y la calidad de expositores y participantes son una prueba de su éxito. Todos recuerdan aun la bellísima ceremonia de inauguración en el Museo de la Nación de Lima donde se dieron la mano la antigüedad y valores de nuestra cultura, con la espontaneidad y calidez de los vínculos entre  los miembros de la S.I.P.

 

También participó en todos los procesos de creación de la Sociedad Iberoamericana de Evaluación Psicológica y se constituye en uno de los miembros más motivados y colaboradores. También  estrechó vínculos con ADEIP, una asociación académica argentina de relevancia internacional centrada en el estudio y profundización de los distintos procesos de la Evaluación, uno de los temas centrales de su especialidad, y que es otra de las múltiples sociedades científicas que  participó

 

En todos los congresos nacionales e internacionales siempre destacó por la calidad científica de sus trabajos, su capacidad de liderazgo y comunicación y su calidad humana. Asimismo, recibió como reconocimiento a su valor profesional innumerables premios, destacando el  Premio Nacional de Psicología, Premio Nacional de Investigación y  la medalla Dinthillac, entre muchos otros

 

Hemos visto la consistencia y el coraje que la caracterizan en su lucha  contra la enfermedad por más de siete años. Se adaptó a las limitaciones físicas, era una experta en el uso del bastón, y enfrentó al dolor y a los padecimientos con coraje y a la vez optimismo. En esa época difícil continuó produciendo, escribiendo y llevando a cabo una variedad de investigaciones. Hace solo unos meses, a fines de mayo, tan cerca y ya tan lejos, la vimos, segura, espontánea y brillante, presentar un libro sobre violencia que ella editó en colaboración con la Universidad de Lovaina, con la habilidad y motivación que solo ella tenía.

 

No hablaré de su familia, el otro gran amor de su vida, solo señalo el profundo afecto por sus hijas, Lucho, su esposo, sus hermanos, sus sobrinos, los sobrinos nietos, la familia total y la ilusión por el nietecito en camino.

 

No existe despedida a las personas sobresalientes. Cecilia estará siempre con nosotros a través de las distintas generaciones identificadas con los valores de la verdad y el conocimiento, y luchando por el avance y el prestigio de la Psicología.   

En la S.I.P. deja un profundo vacío, junto al agradecimiento y el orgullo de haber compartido experiencias con una persona tan valiosa por su inteligencia, sensibilidad, consistencia y generosidad. Su alegría, su reconocida energía y su capacidad de compromiso y de entrega en lo que se proponía, será el modelo que intentaremos seguir.

ASÍ LA RECORDAMOS
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